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lunes, 26 de diciembre de 2011

VEGA FERRERA CRIANZA 2006. Merlot, cabernet-sauvignon y syrah. Somontano. España.

Sí, ya sabemos que llevamos una racha muy afrancesada y muy aristocrática: borgoña, chablís, champagne. Bueno pues ahora toca regresar a la patria a probar un vino de clase media: un humilde Somontano de menos de 10€.
La Bodega Fábregas (que no tiene nada que ver con el jugador del Barça), elabora este crianza con este extraño coupage de uvas francesas. Es lo típico de Somontano, donde, cuando la Denominación empezó a cobrar auge, acudió mucho capital de fuera a construir bodegas y a plantar todas estas variedades de "prestigio". 
En la copa aparece vestido con una capa media, picota, y ribete amarronado, ya con signos de evolución. 
A pesar del tiempo que lleva en botella, no ofrece ningún aroma de reducción al olfato. Lo primero, notas ahumadas (hollín), que desaparecen al agitar la copa. Entonces toman el relevo las ciruelas pasas, la mermelada de frutos negros (mora, arándanos), y las cerezas en licor. Esta fruta tan madura queda de fondo y sobre ella van a ir apareciendo, según agitamos la copa, las notas especiadas (pimienta)  propias de la crianza de 10 meses en roble nuevo que indica la contraetiqueta (coco).
En boca tiene una entrada muy golosa. Es el reflejo de la fruta acompotada que habíamos olido antes. Los taninos provocan algo de astringencia en las encías y en el posgusto permanece un recuerdo amargo. Además, también se le nota algo el alcohol, a pesar de que solo tiene 13º. Parece como que todos estos elementos: dulzor, taninos, amargor, alcohol, fuesen cada uno por su lado. No están integrados. 
Bueno, pues este vino vale entre 7 y 8 euros en tienda. A nosotros nos tocó en un sorteo que organizaba la D.O. Somontano para promocionar el enoturismo.
¡Salud!

HENRÍ ABELÉ 2003 CUVEÉ PRESTIGE "LE SOURIRE DE REIMS". Chardonnay (60%) y pinot noir. Champagne. Francia.


 Hace pocas semanas lo probamos en una cata celebrada en la bodega Santa Cecilia. Fue el que más nos gustó. Las navidades han resultado propicias y podemos probar una botella en casa.

De color dorado no muy intenso y con una burbuja fina; en nariz aparecen desde el principio los golosos olores de la bollería recién horneada (brioche, croissant, roscón de reyes...). También detectamos en segundo plano el olor de la piña y notas minerales (que recuerdan al champiñón).

En boca destaca y sorprende por su acidez. Resulta fresco y es larguísimo. El paso por boca es fino y elegante, como se espera de un buen champán, aunque no tiene la cremosidad voluptuosa de otros; resulta más ligero y deja un estupendo retrogusto.
Aunque nos gustó más el 1999 que probamos en Santa Cecilia, se trata de un espumoso que no va a defraudar a quien lo adquiera. Apuesta segura para, por ejemplo, triunfar con la pareja o para regalar a alguien apreciado. 
Tiene además detalles que le hacen muy atractivo: el diseño de la botella (recuerdo de un modelo que usó la bodega en el siglo XVIII), la reproducción de estaño del "ángel de la sonrisa" de la catedral de Reims (que es uno de esos ejemplos que aparecen en los manuales de arte en relación al inicio del arte gótico en escultura), y el bonito estuche en el que viene contenido.  Recordemos que se trata de una bodega fundada en 1757 y que pertenece a Freixenet.

Eso sí, hay que desembolsar más de 50€ para disfrutarlo.
¡Salud!

domingo, 25 de diciembre de 2011

BLANC DE BLANCS CODORNÍU. Chardonnay, macabeo, xarel-lo y parellada.Cava. España.

 Uno de los gigantes del Cava, Codorníu, nos ofrece este espumoso de color dorado muy pálido. Las etiquetas no proporcionan información sobre su crianza ni sobre su fecha de degüelle, algo que nos parece poco justificable.
En nariz resulta muy discreto, con aromas poco nítidos a fruta (se intuye la fruta blanca, con algo de piña). 
En boca nos ha parecido descompensado. Mucha acidez, una burbuja grosera y un retrogusto pobre y poco agradable.
¿Quizá llevaba mucho tiempo en botella y había perdido su encanto? Probablemente, pero como en la contraetiqueta no  se nos informaba...
Al menos, que esta entrada sirva para los que van a adquirir un cava pensando en pasar un rato placentero.  La información sobre la fecha de degüelle (que marca el momento en el que el cava recibe su tapón definitivo y queda tal y como lo vamos a comprar) es importante. Cuanto más alejada esté la fecha de compra de aquella, más probabilidades hay de fiasco.

En todo caso no es un problema achacable por entero a la bodega, sino también a aquellos que hacen de intermediarios entre ésta y el consumidor final; deberían conocer este detalle, así como también deberían almacenar en las mejores condiciones posibles un alimento tan delicado.
¿Cuántas cestas de Navidad se conformarán con botellas en este estado? Flaco favor a los productores y peor a los consumidores.
¡Salud!



sábado, 24 de diciembre de 2011

CHABLíS PREMIER CRU

Aarturo Garre Sánchez
Arturo Garre vino el pasado 20 de diciembre a la sede de la UEC a presentar estos famosos vinos blancos de Borgoña bajo el título de "Privilegiados del hielo". La región de Chablís, aunque perteneciente a la denominación de Borgoña, es una pequeña isla separada del resto del territorio borgoñón, más al norte, ya en los límites de la latitud apropiada para el cultivo de la vid. Por eso la alusión al hielo en el título de su presentación.
AOC desde 1938, en Chablís se cultiva la vid desde época romana. Durante toda la Edad Media perteneció a la Champagne, hasta que en el siglo XV pasó a formar parte del territorio de los Duques de Borgoña. Aún así, durante mucho tiempo el champán se elaboró con vinos procedentes de Chablís. 
La uva principal y casi exclusiva de Chablís es la chardonnay. Se trata de una vid de floración y maduración temprana que se adapta bien a cualquier tipo de clima, pero que da sus mejores resultados en las regiones frías. Es muy vigorosa y tiende a dar mucha producción si no se la limita. En los climas fríos, si no tiene buena insolación, da vinos muy ácidos y con verdores. Por eso, para que dé buenos resultados, es muy importante el terreno, la orientación y el clima. 
Con 11º de temperatura media anual, el clima continental de esta región se caracteriza por sus inviernos rigurosos y por la persistencia de las heladas, que pueden llegar hasta el mes de mayo en algunos años. Para combatirlas se utilizan dos métodos. Para las heladas más duras de enero-febrero, cuando la planta aún no ha brotado, se procede a regar las vides en espaldera para que el hielo que se forma inmediatamente sobre los sarmientos haga un efecto iglú e impida que la temperatura interior de la planta baje de los 0º. Se trata de una medida extrema para salvar la cepa. El otro método se utiliza cuando las vides ya han brotado, en marzo-abril, y consiste en encender estufas de gasóleo repartidas por entre las hileras de espalderas.
En Chablís, como en toda la Borgoña, pero de manera más acentuada, la gran variabilidad del clima hace que haya mucha diferencia entre las añadas. Pero, además de la climatología, también es muy importante en esta diferenciación el tipo de suelo y la orientación, factores que dan lugar al concepto francés de climat. Así, los viñedos están clasificados en tres grandes categorías: los Chablís o Petit Chablís - la categoría inferior - ocupa las zonas más llanas de la región, con menos exposición al sol, donde se obtiene un vino de menor densidad y mayor acidez, no apto para la crianza; los Premier Cru, con orientaciones Sur y Oeste, tienen un rendimiento limitado de 50 hl./ha.; y los Grand Cru, orientados al Suroeste, al lado del pueblo de Chablís, que tienen un rendimiento limitado de 5400 l./ha. 
En cuanto a los suelos, están compuestos mayoritariamente por calizas y margas. Hay un sustrato margoso próximo a la roca madre constituido por gravas. En la superficie se encuentra abundante presencia de fósiles de bivalvos, como resto del antiguo fondo marino que esta región fue en el Jurásico. 
El cultivo se hace en espaldera. El 85% de la vendimia se realiza de forma mecánica. Esto, unido a que en algunas zonas se aumenta la producción y no se selecciona la uva, hace que algunos vinos de Chablís tengan calidades muy bajas.
En la elaboración se utilizan tanto depósitos de acero inoxidable como barricas de distintos tamaños. A diferencia de lo que se da en la Borgoña, aquí no es frecuente que la fermentación se haga en barrica. Lo que sí se hace es un trabajo constante y muy cuidadoso con las lías, que se mantienen dentro de los depósitos después de que haya tenido lugar la fermentación, y se realizan frecuentes batonages tanto en depósitos como en barricas. En general, la madera tiene menos importancia que en otras regiones. Incluso, se practica la mezcla de vinos criados en barrica y en depósito de acero para enmascarar todo lo posible la madera. Debido a su elevada acidez, estos son vinos de evolución, que mejoran con el tiempo.
En cuanto a la cata, fueron 7 vinos, aunque nosotros solo reseñamos 6 porque una botella tenía corcho y decidimos no tenerlo en cuenta. La valoración global fue muy positiva, ya que nos  provocaron muy buenas sensaciones. Se trata de vinos que tienen muchísimos matices, tanto en nariz como en boca; vinos que cambian constantemente, que permiten un bonito juego de intercambio con el bebedor.
RÉGNARD CHABLIS PREMIER CRU VAILLONS 2008. Este vino supuso un comienzo magnífico pues resultó de los mejores. Nos ofreció olores frutales (pera, manzana), herbáceos-anisados; frutos secos, notas terrosas, como de champiñón y, pasada más de una hora, todavía nos regaló un agradable recuerdo a tarta de manzana; complejidad que denota un buen trabajo con las lías. En boca mostró equilibrio entre una acidez que le hizo larguísimo y una densidad que le aportó sensaciones táctiles muy agradables.
DOMAINE JEAN & PAUL BENOIT DROIN CHABLIS PREMIER CRU MONT DE MILIEU 2010. La barrica le da notas dulces tostadas, aunque no ocultan todo su potencial de fruta: kiwi, lichi, violeta...;se comentó en la sala. En boca se mostró más amable que el anterior, haciendo gala de un estilo más internacional, menos puro que el anterior. En todo caso resultó también estupendo, sorprendiendo que la madera ya está muy bien ensamblada (se acaba de embotellar).
DOMAINE CORINNE ET JEAN PIERRE-GROSSOT CHABLES PREMIER CRU FORUCHAUME 2008. Este fue el que nos salió con corcho, por lo que no podemos mostrar opinión. Gajes del oficio.
  

LA CHABLISIENNE CHABLIS PREMIER CRU MONT DE MILIEU 2008. Vino de cooperativa, lo que no quiere decir, en este caso al menos, de baja calidad. Al contrario, estamos ante el producto de una bodega que elabora el 25% de todo el chablís, según nos comentó Arturo Garre. En nariz apreciamos notas florales, frutales, anisadas y minerales, junto al ligero tostado de la madera. Mostró buena densidad en boca, con un puntito goloso que combina a la perfección con el frescor que le da la acidez. Un vino hecho para gustar, de los que no fallan.
CHANSON PÈRE & FILS PREMIER CRU MONTMAINS 2008. Otro que gustó mucho. En nariz cambió mucho. Lo primero que nos asaltó, nada más servirlo, fue un olor a galleta de coco que nos hizo sospechar. Sin embargo, pronto nos reveló notas frutales, florales, de laurel, de hojarasca, notas yodadas y hasta algo de keroseno. En boca resultó muy interesante, no especialmente largo, pero con un ligero amargor atractivo.
DOMAINE WILLIAM FÈVRE CHBLES PREMIER CRU MONTEÉ DE TONNERRE 2008. Mostró una evolución muy loable, desde lo mineral, con notas de salazón,  acompañado de notas cítricas,  y de pimienta; hasta la piña y  el ligero tostado de los toneles de roble. En boca destacó por una acidez sin concesiones, con poca densidad  y mucho frescor. Un vino fino, elegante y serio, menos fácil pero interesantísimo.
DOMAINE BILLAUD-SIMON CHABLIS PREMIER CRU MONT DE MILIEU VIEILLE VIGNE 2006. Producto de una añada cálida que nos dio notas minerales, de hidrocarburo, como gomosas; junto a mantequilla tostada y fruta tropical (piña). En boca la madera mostró protagonismo, dando densidad y amabilidad en comparación con otros anteriores.
En resumen, vinos más que interesantes que ofrecen mucho y que resultan muy agradables de beber. Por la información que nos aportó Daniel, en su dossier, sus precios oscilan entre los 20 y los 30 euros.
¡Salud!





GRAN BARQUERO PEDRO XIMÉNEZ. Montilla-Moriles. España.l


Volvemos a los generosos, a una de nuestras joyas dulces, el Pedro Ximénez. En este caso nos llega de la bodega Pérez Barquero.
De color castaño oscuro, en nariz ofrece la potencia y la claridad de su tipo: pasa, miel, dátil.
En boca tampoco falla. Un vino dulce que no resulta pesado, que llena el paladar sin saturarlo. Paso untuoso, limpio y agradable.
Nos costó 14,40 € en Lavinia.
¡Salud!

MANZANILLA SOLEAR EN RAMA SACA DE OTOÑO 2011. Manzanilla de Sanlúcar de Barrameda. España.



De vez en cuando hay que volver al maravilloso mundo de los generosos. Bodegas Barbadillo elabora este Manzanilla embotellada "en rama", directamente de la bota.
De color amarillo, con matices verdosos, en nariz nos ofrece con nitidez lo que esperamos: los aires yodados del atlántico sanluqueño. También notas almendradas y matices herbáceos.
En boca el mar llega a través de la estimulación salada que se percibe en la lengua. El retrogusto, los aromas que llegan desde la boca hacia la nariz, nos ofrece también las almendras. Resulta un vino suave, con densidad muy correcta y larguísimo.
Este tipo de vinos no se pueden perder; hay que probarlos, entenderlos y disfrutarlos. Además su precio es muy atractivo ( 9 € en Lavinia).
¡Salud!

AGUSTÍ TORELLÓ MATA ROSAT. Trepat. Cava. España.

Seguimos con el cava, con una firma que no nos ha  fallado, Agustí Torelló Mata.
En su momento probamos el Reserva 2006, el Reserva barrica 2006 y, hace un año, su producto estrella, el Kripta.
Desde Sant Sadurní D`Anoia nos llega este brut reserva rosado de 2009 que, según pone en la contraetiqueta, ha sido degollado en octubre (agradecemos la honestidad de este detalle).

De bonito color entre rosa intenso y rojo pálido, en nariz la trepat muestra su frutosidad; frutos rojos junto a matices florales y anisados. También llegamos a advertir.alguna nota cítrica.
En boca resulta fresco, ligero y suave, con un carácter frutal muy agradable (en una línea distinta a la de los otros cavas de la firma).
Su precio es más que interesante, como en general ocurre con los cavas; 12,40€ en Lavinia.
¡Salud!

viernes, 23 de diciembre de 2011

GRAN CAUS ROSÉ BRUT NATURE RESERVA COSECHA PROPIA. Pinot noir. Cava. España.

Regresamos al terreno del cava para disfrutar de un producto de  Can Ráfols dels Caus, que ya tenemos representada en el blog (Gran Caus rosado). Está situada en el Penedés, aunque en los últimos tiempos hemos sabido que esta bodega y otras reivindican la singularidad del Massís del Garraf, comarca barcelonesa que cuenta con características climáticas, edafológicas, vegetales..., distintivas. 

Este pinot noir tiene un peculiar color a piel de cebolla (u ojo de perdiz), y en nariz, presenta interesantes olores: hojarasca, albaricoque, levadura, notas anisadas...

En boca resulta equilibrado, con una  excelente acidez que le da longitud, y cuenta, aunque se trate de un cava seco, con un puntito goloso que invita a repetir. Sorprende la cremosidad de una burbuja, que nos recuerda al buen champán.
Un cava con cierto aire vinoso, con carácter, muy agradable.
Nos costó  algo menos de 16 € en Lavinia. Disfrute asegurado.

¡Salud!

lunes, 19 de diciembre de 2011

GEVREY-CHAMBERTIN VIEILLE VIGNE 2009. Pinot Noir. Borgoña. Francia.

Después de la cata de la UEC de la semana pasada, nos apetecía volver a catar un pinot noir de Borgoña, por aquello de confirmar impresiones o de contradecirlas. Así que, rebuscamos en la vinoteca a ver qué teníamos y... mira por dónde, en un rinconcito estaba esperándonos esta bonita botella, de la bodega Domaine Fourrier, cerrada con lacre al más puro estilo clásico, que, por otra parte, es un engorro de quitar por lo difícil y por lo que se mancha de trocitos de lacre la mesa, las copas, el suelo...
En la copa ofrece la misma capa media-baja, cereza, que ya habíamos visto en sus hermanos la semana pasada.  
La primera impresión olfativa trae recuerdos animales (establo) y minerales (champiñón). En cuanto se agita la copa unos instantes, comienza a percibirse con más claridad un fondo de frutas rojas (frambuesa). Según pasa el tiempo y se sigue oxigenando el vino, aparecen notas especiadas (pimienta) y de sidra de lagar.
En boca se aprecia una acidez alevada, taninos muy suaves, un paso ligero y un cierto amargor final. Percibimos algo de mineralidad salina. La acidez le aporta persistencia en el paladar. 
Está muy rico. Es un vino fresco que no cansa y que, por su ligereza y su no elevado grado alcohólico, te permite acabar la botella en buenas condiciones en un buen rato de conversación. ¡Ah! pero, eso sí, el caprichito sale por unos 40€. Estos franceses...
¡Salud!

miércoles, 14 de diciembre de 2011

PINOT NOIR: CÔTE DE BEAUNE vs. MARLBOROUGH.




¿Qué mejor manera de ahuyentar el mal fario que provoca un martes y 13 que asistir a una cata de vinos? Pues a eso es a lo que se ha dedicado Vinoencasa en esta fecha tan gafe. La UEC ofrecía una cata comparativa de vinos elaborados a partir de pinot noir en Borgoña - Côte de Beaune - y en Nueva Zelanda - Marlborough -, dirigida por Jens Riis.
Jens Riis
Para muchos es inevitable acordarse de las peripecias de los dos protagonistas de la película Entre copas y de la predilección del que hacía de experto en vinos por esta uva pinot noir. A partir del estreno de este filme la fama de estos vinos monovarietales creció, como ocurre siempre que el cine o la televisión se lo proponen. Pero lo cierto es que en Borgoña se viene cultivando esta variedad desde hace 2000 años y que en Nueva Zelanda se empezó a plantar a partir de los años 70 del pasado siglo.
Se trata de una uva difícil de cultivar por su propensión a sufrir enfermedades, por su piel fina y delicada, por los problemas que da a la fermentación su constitución química - sus aminoácidos - ; y por su facilidad para la variabilidad genética. Jens Riis se extendió en este último punto como la característica más importante de la pinot. Actualmente se tienen fichados unos 200 clones de esta variedad, pero los expertos aseguran que debe de haber más de 1000 aún sin clasificar. Es una uva muy antigua, pero tiene una genética muy inestable que hace que los clones varíen con facilidad. De hecho, esto es lo que hace tan interesantes a los vinos elaborados con ella, pues son muy distintos entre sí. En Nueva Zelanda sí se tienen registrados todos los clones de pinot, y se hace un control muy estricto para no importar plantas que puedan transmitir enfermedades. Pero en Borgoña en realidad no se sabe a ciencia cierta cuántas variedades de esta uva hay. Las bodegas han ido replantando sus viñedos a partir de sus propias vides, seleccionando las más resistentes y las que aportaban mayor calidad; de modo que se ha ido produciendo una mejora constante y una multiplicación de los clones. De esta manera, el concepto de terroir en Côte de Beaune es más rico que en Marlborough pues engloba a la tierra, al clima, a la vid y, ahí está la diferencia, a la selección natural que se ha venido haciendo de la pinot noir desde hace 2000 años.
Riis basó el resto de su conferencia en confrontar las características similares y diferentes de estas dos zonas vinícolas. Por lo visto, a pesar de los 19000 km. que las separan, abundan más las coincidencias. Así, ambas están calificadas como Región 1 por el número de días en que la temperatura supera los 10 grados en la época vegetativa de la planta (el 1 califica a la región más fresca, mientras que el 5, a la más calurosa). Hay más o menos los mismos días de sol y similar temperatura, precipitación y variación térmica entre el día y la noche. Y ello a pesar del carácter continental de Borgoña y el marítimo de la parte septentrional de la isla Sur neozelandesa en donde se enclava Marlborough. Pero la frialdad de las aguas del Pacífico que bañan esta isla vienen a igualar las condiciones climáticas que se dan en Côte de Beaune.
La diferencia fundamental está en los suelos. El de Borgoña es el antiguo fondo de un mar del Jurásico, que ha venido a formar una capa mayoritariamente caliza. El de Marlborough es aluvial, con predominio de arenas y arcillas.
Otras diferencias destacables tienen que ver con la tradición: siglos de experiencia, de trabajo artesanal,  frente a poco más de un par de décadas en las que la tecnología ha aportado todas sus posibilidades; y una vocación exportadora, en el caso neozelandés, frente al peso del consumo interno, en el francés.  
 
A continuación dimos comienzo a la cata comparativa. Probamos un total de ocho vinos, en parejas de dos: dos franceses y dos neozelandeses, y así sucesivamente.

Observamos varias diferencias fundamentales entre ellos: los borgoñones ofrecían una capa más baja y mayor complejidad en nariz, mientras que en los de Marlborough, con capas algo más intensas, saltaban inmediatamente a la nariz los olores avainillados y tostados de la crianza en roble.
DOMAINE DE MONTILLE BEAUNE PREMIER CRU "LES GRÈVES" 2006. Cerrado al principio, en cuanto se abrió nos dio notas de mineralidad (champiñón), fruta roja fresca, hojas de té, hojarasca y tostado. En boca ofrece una acidez magnífica, mineralidad (salinidad), taninos muy suaves y un ligero amargor. Es un vino muy largo y elegante, aromático, con un retrogusto fantástico. Con diferencia, el que más nos gustó de toda la cata. Vale unos 40 €.

DOMAINE NEWMAN BEAUNE CLOS DES AVAUX PREMIER CRU 2007. 
Más fragante que el anterior desde el primer instante. Predomina la hojarasca, con matices de canela y té, y la frambuesa. En boca también se aprecia mineralidad en forma de salinidad, junto a una buena acidez. Tiene un paso muy sedoso. Muy bueno también. 30 €.
 
DOG POINT VINEYARD PINOT NOIR 2008.
Aromas destacados de especias dulces (vainilla, flan, caramelo tostado) con un fondo de fruta roja (frambuesa) más madura que en los franceses (14% de grado alcohólico). Más golosidad, densidad y concentración en el paladar. Pero ofrece un trago muy agradable, muy fácil. Está rico, pero tiene poca complejidad y es bastante corto. 25€.
VILLA MARÍA PRIVATE BIN MARLBOROUGH PINOT NOIR 2010.
Tiene en común con su paisano el predominio de las especias dulces (vainilla, canela) con el mismo fondo frutal en segundo plano. Al probarlo se aprecia una correcta acidez, taninos muy amables, poca concentación y un paso ligero. Es más fresco que el anterior, más cercano al modelo borgoñón. Lo mejor, los excelentes 11 € que cuesta. La mejor relación calidad/precio.
DOMAINE CHANDON DE BRIAILLES SAVIGNY-LES-BEAUNE PREMIER CRU AUX FOURNEAUX 2008.
De esta bodega probamos dos vinos: este 2008 y el siguiente, el 2005. Sorprendentemente el más evolucionado de los dos es el más joven. Muchas notas de crianza y de evolución: caja de puros (hojas de tabaco), chocolate, madera vieja (ajerezado), hojarasca y flores secas o marchitas. En boca da sensación secante. Notamos cierto desequilibrio entre la acidez, que despunta, y el resto. Es corto y de paso rápido. 27 €.
 
DOMAINE CHANDON DE BRIAILLES PERNAND-VERGELESSES PREMIER CRU LES VERGELESSES 2005.
También predominan aromas de crianza, que tiran hacia la madera vieja y el oporto, y algo de desequilibrio entre la acidez y el dulzor, que aquí se decanta hacia el segundo. Por eso, también en boca hay recuerdos de oporto. 30 €.
SPY VALLEY PINOT NOIR 2008. 
Se destaca por la intensidad del tostado, que se manifiesta en los aromas empireumáticos (goma quemada, frenazo). Es de trago fácil y agradable, más untuoso que los demás, y golosón. La total ausencia de complejidad, lo hace apto para todos los públicos. 20 €.
SAINT CLAIR PREMIUM PINOT NOIR 2008. 
Aunque la barrica está muy presente, la fruta roja (frambuesa) cobra más protagonismo que en el anterior. También hay mineralidad (champiñón). Otro vino fácil, pero con más matices que el Spy Valley. Tiene mejor acidez y menor carga frutal. 23 €.

La cata de estos ocho vinos nos vino a confirmar lo que ya intuíamos antes: que los pinot noir de Côte de Beaune nos iban a parecer más finos y elegantes. Pero hemos descubierto matices. En los borgoñas, no es oro todo lo que reluce.
Comenzamos muy bien con los dos primeros, pero los demás nos defraudaron un poco. En los Marlboroug, a pesar de la omnipresente barrica tostada que casi lo encubre todo, hay que reconocer la facilidad que ofrecen por su corrección. Son vinos que en los primeros tragos no desagradan en absoluto, pero que, por su cortedad, terminan por aburrir un poco. Pero, eso sí, tienen mucho mejor precio que los borgoñas, incluso alguno un precio fantástico para lo que ofrece.
¡Salud!

martes, 13 de diciembre de 2011

TINTO VALBUENA 5º AÑO 2006. Tempranillo, cabernet-sauvignon y merlot. Ribera de Duero. España.

Si existe algún nombre mítico en el mundo del vino español, reconocido en el mundo entero, ése es el de Vega Sicilia. Esta bodega, fundada en 1864, elabora el Tinto Valbuena como el vino más joven de la casa, también el más asequible para el consumidor. Es como la puerta de entrada al salón más noble del palacio, que es el famosísimo Único, al que muy pocos pueden acceder.
Se presenta con una capa alta, picota, con ribete rubí. A copa parada destaca, sobre un fondo de fruta roja madura (ciruela, fresa pasada), un claro aroma especiado (vainilla). No es nada intenso, está muy cerrado. Lo hemos decantado y, a pesar de agitar la copa con tiempo y mucha paciencia, se resiste a darnos más. Bastante después, van saliendo notas tostadas, de membrillo y tabaco (caja de puros, tabaco de pipa). Definitivamente, llegamos a la conclusión de que no basta con una simple decantación antes de servirlo en la copa, sino que habría sido necesario dejarlo oxigenándose quizá una hora o más para que se expresara plenamente. Es la inexperiencia. Cuando caiga en nuestras manos otro Tinto Valbuena - o, mejor, un Único - no dudaremos en hacerlo.
En boca la sensación es excelente. Sorprende su tacto denso, su untuosidad y la manera de acariciar a su paso el paladar. Sus taninos son de terciopelo, aunque una ligera astringencia puede indicar que este vino estaría aún mucho más rico con un par de añitos más de botella. La buena acidez que aún ofrece, que le otorga persistencia y lo hace un vino muy largo, nos refuerza en este pensamiento. 
Pero es necesario, ahora que ya hemos descrito todas las placenteras sensaciones que nos dio, tener en cuenta su precio: entre 80 y 90 €. A uno siempre le entra la duda de si este vino está tres o cuatro veces más bueno que otros, que también nos han gustado mucho, pero que valían unos ya respetables 20 o 30 €.
¡Salud!

lunes, 12 de diciembre de 2011

EMILIO ROJO 2009. Ribeiro. España.

Completamos el acercamiento a los buenos ribeiros con el blanco de Emilio Rojo, elaborado a partir de una mezcla de variedades autóctonas. De precioso color dorado, presenta materia en suspensión,  muestra  de una elaboración con escasa manipulación que busca mantener todas las cualidades del vino.
En nariz asoman olores minerales, terrosos, de champiñón. La madera acompaña en segundo plano con mucho recato.
En boca resulta delicioso, con una gran combinación de acidez, untuosidad de las lías y su puntito goloso. Deja un recuerdo muy largo, con ligero amargor.
Un vino capaz de competir con muchos blancos de prestigio. De hecho, su precio muestra que no tiene complejo de inferioridad. Nos costó 35 euros en el restaurante Galileo, en Orense. Se trata del fruto de un elaborador minoritario, artesanal, reconocidísimo en el extranjero y en los principales restaurantes españoles. La demanda supera la oferta.
¡Salud!

RIBEIRO DE EXCELENCIA: LUIS ANXO Y SUS VINOS

 Ribeiro no tiene el prestigio de muchas otras denominaciones. Todavía arrastra prejuicios del tipo     " vino de tazón". Sin embargo hay algunos elaboradores que han dado, no sin dificultades, un paso al frente para mostrar al mundo que aquí se pueden hacer vinos excelentes. Luis Anxo Rodríguez Vázquez es uno de ellos.  
Tiene sus viñas allí donde confluyen el Arnoia, el Avia y el Miño.  En total, solo 4 hectáreas (3 en Paixón y 1 en Ribadavia).
Tradicional forma de conducir la cepa
Luis Anxo pertenece a una familia de colheteiros, término que identifica a los viticultores que, en su momento, elaboraban vino para venderlo, y que ahora ya no lo hacen; venden a las bodegas, salvo unos pocos. 

Mimbreras utilizadas para atar los sarmientos
Nuestro protagonista estudió enología y tuvo una etapa de asesoramiento a bodegas, pero al final optó por seguir su propio camino.

Su proyecto se basa en las variedades locales: Treixadura, Torrontés, Albariño, Lado, y Godello, en blancas, y Brancellao, Caiño y Ferrón, en tintas. Las dimensiones  son pequeñas: pocas hectáreas, con minifundio parcelario (algo típico de la comarca -puede haber decenas de parcelas en una sola hectárea- y que crea numerosos problemas a la hora de trabajarlas o, simplemente, de poder acceder a ellas, y además incrementa los precios de producción), pocos trabajadores (tres a tiempo completo), bodega pequeña,  y pocas botellas de: "Viña de Martín Os Pasás","Viña de Martín Escolma" (ambos blancos), y "A Torna dos Pasás" y "A Torna dos Pasás Escolma" (tintos). Los Escolma son los que tienen un perfil más elevado, distinguiéndose porque proceden de cepas con un rendimiento muy bajo y por su crianza en barrica. 

Parcela en construcción

Las claves de su trabajo no son revolucionarias: mucha atención al viñedo, mucho cuidado en el trabajo,  junto al entendimiento de las variedades y de la geografía de la zona.  Ya se ha adaptado al cambio climático, vendimiando antes
Proyecto de vino dulce natural
para que no suba el grado alcohólico


El maestro
Como muestra pudimos catar un excelente vino de 2003 que no salió al mercado, procedente de Finca Galiana.  Elegante en nariz y en boca, con una excelente acidez y un cuerpo equilibrado, aromático, muy agradable y larguísimo. Vino capaz de competir con otros blancos nacionales e internacionales que tienen  nombre y, en no pocas ocasiones,  poco contenido para respaldarlo.
Vinoencasa tuvo la oportunidad, hace pocos meses, de catar  el Escolma y el Viña de Martín Os Pasás, los blancos de Luis Anxo. Ya nos habían anunciado que estamos ante un buen autor. 
¡Salud!