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viernes, 29 de junio de 2012

DOMINIO LOS PINOS BARRICA 2010. Cabernet sauvignon, syrah y tempranillo. Valencia. España.


Hace poco probamos el blanco de Dominio Los Pinos, bodega que practica una agricultura ecológica en Terres dels Alforins, en el interior de Valencia. Hoy probamos este tinto que ha sido galardonado con un premio Decanter de plata 2011.

De color picota, ribete fucsia y capa media-alta; en nariz se aprecia mucha fruta roja desde el descorche. La fresa aparece con alegría, y las notas de ciruela pasa de la syrah le dan el relevo. Los cuatro meses de crianza en barrica francesa no se notan y solo pasado el tiempo aparecen notas avainilladas y de cacao-chocolate.

En boca estamos ante un vino mediterráneo, con corpulencia, aunque se pueden apreciar matices. No es especialmente goloso, aunque tiene buena fruta; no va mal de acidez, para compensar su 14% de alcohol; y presenta unos taninos aceptables, que se notan pero no agreden. Deja un recuerdo bastante largo.
Nos costó 8,90 € en la tienda-restaurante SOPA, de Madrid.
¡Salud!

miércoles, 27 de junio de 2012

SHIRAZ DE BAROSSA VALLEY

Javier Gila
Estuvimos en la UEC para asistir a una cata dirigida por Javier Gila sobre vinos australianos de la región del Valle de Barossa, que es un nombre asociado a lo mejor de este país.
Javier Gila comenzó repasando algunos datos sobre la producción de vino en este minicontinente insular, en el que se elaboran vinos desde hace un par de siglos. Es el sexto productor mundial y más de la mitad de su producción va al extranjero. Pudimos leer en el informe que nos ofreció la UEC, que el gobierno y los empresarios unieron esfuerzos hace algunos años para crear un plan -"Estrategia 2025"- destinado, en primer lugar, a aumentar la produción; en segundo lugar, a mejorar la calidad (fase que acabaría en 2015), y, finalmente, se buscaría el liderazgo en determinados nichos del mercado mundial. 
También pudimos leer que en Australia no hay un sistema de denominaciones a la europea, lo que se traduce en una enorme libertad para las bodegas a la hora de utilizar  modernas tecnologías, tanto en el viñedo como en las instalaciones.   Desde esta perspectiva, la ecuación parece sencilla: tecnología al servicio de una elevada producción para crear vinos de diseño (con los avances de la enología), a precios capaces de competir en todo el mundo.

En cuanto a la cata, basada en la variedad shiraz (aunque hay que advertir que la reglamentación australiana permite hasta un 15% de otras variedades en estos "monovarietales"),  probamos siete vinos que Javier Gila presentó siguiendo un criterio de añadas, empezando por las más recientes.

WOLF BLASS GOLD LABEL 2010   
Un vino que mostró su juventud en el vivo color picota con que se viste. En nariz notamos el alcohol, pese a que la botella salió fresca del refrigerador. También apreciamos algo de fruta acompotada. En un segundo repaso aparecieron notas acarameladas. Pronto desaparecieron los aromas y, simplemente, se murió. En boca nos sorprendió la desagradable acidez, elevadísima, y en absoluto  integrada. Javier Gila sugirió la idea de que el vino podía estar corregido, vamos, que suponemos que en el laboratorio le habrían añadido algún componente industrial para reforzar este aspecto.    

GLAETZER BISHOP 2010
Este vino dejó en nariz algo de fruta madura y notas de cacao. En la segunda vuelta apreciamos notas como de bizcocho, y nada más. También se nos vino abajo muy pronto.
En boca volvimos a notar una acidez que nos dio muy mala espina, a lo que se sumó una tanicidad procedente de la madera muy poco agradable. Y encima estábamos con un vino que superaba los 15 grados de alcohol, y cada cosa iba por su lado. Por entonces ya pudimos escuchar voces que hablaban de chips o virutas de roble añadidas al vino (más baratas, por supuesto, que una barrica, al igual que los tapones de rosca o de cristal, bastante más económicos que el corcho natural, tan comunes en los vinos australianos).

THE LUCKY COUNTRY SHIRAZ 2009
Cambiamos de añada con este vino de unos 12€ (los anteriores rondan o superan los 20) que, en nariz, nos dio aromas más vegetales que frutales (aceituna, pimiento). Empezamos a hablar de la probable inclusión de la cabernet sauvignon en la mezcla.  En boca mostró notas de verdor, aunque pareció algo mejor que los dos anteriores.

GRANT BURGE MIAMBA SHIRAZ 2009
Seguimos identificando notas vegetales; un asistente habló de piel de naranja. Cuando un tiempo después lo volvimos a olfatear, encontramos mucho algodón de azúcar. Solo nos faltaba el tiovivo. También se nos fue pronto. En boca mantuvo la línea de desequilibrio de los anteriores. 

ELDERTON ESTATE SHIRAZ 2008
Descendimos de añada temiéndonos que también lo haríamos en calidad. Ya estábamos pensando en utilizar palabras como "brebaje"  y hasta "caldo infecto". Con este vino apareció algo la madera (notas mentoladas), algo de tierra húmeda o champiñón, pero sin rastro de la fruta. En boca más de lo mismo: acidez en punta junto a tanicidad molesta. Casi lo más interesante era estar atento a los comentarios del respetable. Así pudimos escuchar cosas como "los vinos españoles les dan mil vueltas" o que "estos vinos se basan en un concepto de ropa de Zara", para referirse a que están pensados para su consumo inmediato, con muy escasa capacidad de guarda.

SCHILD BAROSSA SHIRAZ 2007
En nariz, pese a que estábamos en una cata de shiraz, las notas de pimiento de la cabernet sobresalieron. En boca poco más que decir: mucho amargor y notas de vegetal verde.  Alguien dijo que era un vino cáustico.

EIGHT SONGS SHIRAZ 2006
En la línea de los anteriores, la fruta se debía haber quedado en las antípodas. El alcohol se notaba, pese al frescor de la botella. Pudimos apreciar algo de aceituna negra (nota de la shiraz más mediterránea -la hemos detectado varias veces en vinos de la España levantina-) y alguna nota balsámica.
En boca fue de lo más pasable, aunque, como en el resto, se echaba en falta más peso de fruta que equilibrase un poco el conjunto. Pudimos escuchar algo sobre el maquillaje en bodega.

Con este material la cata fue rapidísima (menos de una hora, y eso que éramos 27 personas).
Queremos pensar que no todos los vinos australianos son así. Desde luego, éstos que probamos nos suenan a vinos mentirosos. Son vinos porque nacen de la fermentación de la uva, pero no nos han dado nada, salvo sospechas de prácticas vitivinícolas más que cuestionables. Y además estamos ante vinos de precio ya respetable, que no nos han ofrecido ninguna sensación placentera.
Alguien propuso abrir una botella de champán para quitarnos el mal gusto...; no hubiera estado mal.
¡Salud!

martes, 26 de junio de 2012

ALARIC 2006. Syrah, cariñena y garnacha. Languedoc-Roussillon. Corbières. Francia.

La AOC Corbières pertenece a la extensa región francesa de Languedoc-Roussillon, fronteriza con Cataluña, que se extiende por el interior y la costa mediterránea al sur-este de Francia. Dentro de esta AOC hay una subzona que es la de la Montagne d´Alaric, muy cercana a Carcassone. 

Esta montaña toma su nombre de Alarico, el legendario rey de los visigodos que a finales del siglo IV d. de C. condujo a su pueblo desde la parte oriental del Imperio Romano hasta esta región del Sur de Francia, previo paso por Italia y por Roma, ciudad que saqueó en 410, iniciando así la descomposición del Imperio de Occidente. En realidad, más que una montaña, es un macizo de unos quince quilómetros de longitud, de caliza y arenisca, con una altitud máxima de 600 m. Y es en las laderas de esta formación donde se cultivan las vides de syrah (50%), cariñena (35%) y garnacha (15%) que dan lugar a este Alaric elaborado por la bodega La Baronne.
Este vino aparece con una capa muy alta de color picota y un ribete rojo amoratado que no parece acusar aún sus cinco años de vejez. En las paredes de la copa se puede observar una densa y abundante lágrima tintada. En nariz encontramos notas aceitunadas (paté de aceitunas negras), tostadas (café), de fruta acompotada y cárnicas (vísceras, hígado). Tras agitar, la fruta pasa al primer plano y aparecen también aromas balsámicos (pino, eucalipto).
Al probarlo se notan sus aún potentes taninos en la entrada, pero una muy buena acidez los compensa y suaviza en pocos instantes. Además de taninos y acidez, notamos una interesante y equilibrada combinación de dulzor frutal y amargor en el recorrido por la lengua. En el centro, también percibimos un abundante extracto y mineralidad. Es carnoso, pero también algo cálido (sus 14,5º se notan un pelín). En el retrogusto nos hace recordar al regaliz rojo.
Nos costó 15€ en la vinoteca L´Atelier des Vignerons, de Limoux, Francia.
¡Salud!

lunes, 25 de junio de 2012

LUIS SAAVEDRA GARNACHA TINTA 2008. Garnacha. Madrid. España.

La bodega ecológica Luis Saavedra elabora este Cepas Viejas, de capa media y color picota, con un ribete rosáceo que muestra una excelente evolución, ya que aparenta mucha juventud.
En nariz apreciamos la fruta roja de la garnacha con nitidez. La madera pasa casi desapercibida (ocho meses en roble francés y americano, según indica la contraetiqueta), con toques especiados y tostados. El alcohol (14,5%) se aprecia un poco. Con algo de tiempo van apareciendo, discretas, notas interesantes: minerales, matorral de monte.

En boca estamos ante un vino potente, en virtud de su calidez (sobre todo) y de su ligera tanicidad. Hay buena fruta y queda un ligero amargor final muy agradable. Es un vino que pide frescor a la hora de beberlo y un acompañamiento sólido.  Deja buen recuerdo.

 Se encuentra en la línea de calidad de los vinos madrileños que conocemos y, como éstos, tiene en el precio una de sus grandes bazas; nos costó 6,90 € en la tienda-restaurante SOPA, de Madrid.
¡Salud!

domingo, 24 de junio de 2012

BLANCAS NOBLES CLÁSICO 2009. Vigiriega, chardonnay, sauvignon blanc y otras. Granada. España.

Hace ya tiempo  que probamos el 2008, que nos dejó buen recuerdo, así que apetece comprobar qué tal está su sucesor.
 Este 2009 muestra un color oro viejo; en nariz nos reciben notas procedentes de roble (nuez moscada, ahumados, notas químicas, entre barniz y aceite). A continuación nos centramos en la fruta (manzana asada, piña), las flores (manzanilla), y las hierbas (toques anisados).
En boca se advierte un interesante duelo entre la acidez y el alcohol. Éste aporta untuosidad, y ayuda a sugerir un puntito de dulzor, que a su vez, juega con el amargor del fondo del paladar. Pero tenemos que recalcar su excelente acidez, porque la graduación alcohólica es del 14,5%, y no se nota. Por vía retronasal llegan las notas del roble, y  los recuerdos frutales.
Un vino distinto, elaborado en la bodega biodinámica más famosa de España, Barranco Oscuro.  Nos parece que tiene mucha vida por delante gracias a su acidez y a la crianza de 24 meses en barricas, que ahora se nota demasiado para nuestro gusto (creemos que estará mejor dentro de unos cuantos años). Lástima de su pequeña producción, 1.000 botellas. 
Además su precio es atractivo: 12,25 € en la Enoteca Barolo, de Madrid.

¡Salud!   

sábado, 23 de junio de 2012

RAMÍ 2010. Insolia y grecanico. Sicilia. Italia.

Los vinos de la Azienda Agrícola Cos que probamos hace un año nos gustaron( y sorprendieron) mucho. Hace poco nos encontramos con otro vino de los varios que elaboran, el Ramí, y..., no lo dudamos.

De precioso color oro, con notas casi ambarinas, en nariz es intenso, distinto y complejo, ¡ahí es nada! Hay notas terrosas-salinas, herbáceas (como de paja seca),  de flor seca, de hollejo de uva, amieladas y frutales: melón maduro, puntas cítricas.

En boca  se muestra a  la altura de lo que hemos expresado,  incluso por encima. En la entrada encontramos una acidez excelente, después cierta sequedad muy "italiana", salinidad, una sensación de volumen, de cuerpo estupenda (con un alcohol muy contenido, de 12% -estamos en el sur de Sicilia-), y un extraordinario ligero amargor final, que llega a la garganta y permanece mucho tiempo.

Un vino para disfrutar a tope y con un precio excelente para lo que ofrece: 12 € en la Enoteca Barolo.
¡Salud!    

viernes, 22 de junio de 2012

MENCIÑO 2011. Mencía. Valdeorras. España.


 

Nos acercamos a Ourense para probar este vino elaborado en la Cooperativa Jesús Nazareno de O Barco de Valdeorras.
De capa media, tiene un color entre frambuesa y remolacha, con ribete fucsia. En nariz, nada más abrirlo, el aire se ha llenado de notas a fruta roja y florales. Sin embargo, en pocos minutos, y sin agitar la copa, otros aromas han tomado el relevo,  muy distintos: cárnicos, salinos, que nos han sorprendido.

En boca, su sencillez va acompañada de  virtudes:  una entrada donde la fruta dulce se percibe bien, buena acidez, tanicidad de la fruta (del hollejo), con cierto aire rústico, salinidad en el centro de la lengua, y ligero amargor final. Deja un recuerdo largo.
Nos costó 5,60 € en la Enoteca Barolo, de Madrid.
¡Salud!  

jueves, 21 de junio de 2012

AMARRE CEPAS VIEJAS 2011. Verdejo y viura. Rueda. España.


Tras haber visitado la bodega, y probado bien el Amarre, pasamos al Cepas Viejas. 
De color dorado pajizo con notas verdosas; en nariz nos recibe con aromas de recuerdo tropical (lichis), cítricos (pomelo), y florales.  Este perfume esconde también notas minerales, como terrosas. 
En boca muestra una acidez excelente. Es fresco, pero el alcohol  (13%) le da esa garra que necesita para quedarse en el paladar y dejar la sensación de vino con cuerpo.
Hay recuerdos cítricos ligados a su acidez, pero también salinos que muestran su mineralidad. Un vino que tiene mucha vida por delante.
Su precio, es muy atractivo. Nos costó 6,40 € en Lavinia.
¡Salud!

miércoles, 20 de junio de 2012

SALVATGE 2010. Verdil, moscatel de grano pequeño y sauvignon blanc. D.O. Valencia. España.


Este es el primer vino que probamos de una zona desconocida para nosotros hasta hace muy poco:  Terres dels Alforins. Pertenece a la D.O. Valencia, aunque en esta comarca, según hemos leído en la revista Planetavino, hay una serie de viticultores que están dando pasos para singularizarse por la vía de la calidad. Bodegas Dominio Los Pinos  es una de ellas y es de las que ha apostado por la agricultura ecológica.
También es nuestro primer contacto con la variedad verdil, una de esas minoritarias que estuvieron a punto de sucumbir ante propuestas más comerciales.
El vino es de color dorado y en nariz presenta interesantes notas:  amieladas y florales, cítricas y minerales, terrosas. Con el paso de los minutos aparecen aromas herbáceos, pero también de fruta madura, tirando hacia lo tropical de la piña o el melón, reforzadas por la sensación cálida que transmiten unos 13,5 grados de alcohol que se perciben.
En boca muestra gran acidez, entrada dulce y un paso untuoso acompañado de cierto amargor. Deja un recuerdo largo y agradable.
Nos costó 7,90 en SOPA, una tienda-restaurante peculiar de Madrid.
¡Salud! 

martes, 19 de junio de 2012

RAYUELO 2008. Bobal (80%), malbec y monastrell. D.O. Manchuela. España.

Este vino nacido en Cuenca, y que elabora la bodega ALTOLANDÓN es de capa alta, con color entre picota o remolacha.
En nariz muestra con claridad una fruta roja madura, con recuerdos de frambuesa, y una envoltura de suave tostado, con notas de vainilla y café, incluso con algo de chocolate. Algunos recuerdos de hierba de monte se asoman entre trago y trago. Hay complejidad, porque también hemos advertido puntuales notas florales (violeta) y terrosas.

En boca nos encontramos con un vino mediterráneo, con potencia, sabroso, aunque destaca su acidez (la altitud conquense se nota).  Los taninos están redondeados, aunque hay cierta aspereza que nos recuerda a los hollejos de la uva (¿será la bobal?). Echamos en falta un mejor  ensamblaje de estos componentes; tal vez necesite más tiempo en botella, aunque hay  detalles que indican que puede evolucionar bien, como su vivo color y su acidez.  
En cualquier caso, estamos ante un vino bien hecho, dentro de un estilo que gusta en España, pero que tiene detalles de calidad y que resulta interesante. Su precio es atractivo, algo menos de 10 € en Lavinia.
¡Salud!

lunes, 18 de junio de 2012

COLOSÍA OLOROSO. D.O. Jerez. España.


Tras probar el Fino "marinero" de la misma bodega, cambiamos al oloroso para disfrutar de los potentes aromas que aporta la crianza oxidativa.
Ésta ya se nota en el bonito color caoba. En nariz, asistimos a un despliegue de fuerza aromática. Sin ni siquiera acercarnos a la copa ya hemos detectado notas de coco, de chocolate, a las que se suman notas de barniz, de vainilla, de caramelo, de pasa (recuerdos a Pedro Ximénez) y de nuez.

Este tropel de aromas no acaban de maridar del todo con las sensaciones en boca, ya que hay una aspereza, un amargor que sorprenden y nos dejan desorientados. Es muy seco, tiene buena acidez y deja un retrogusto con notas de café.
Si lo comparamos con su hermano, el Fino, nos quedamos con éste último, más refinado y complejo.

¡Salud! 

domingo, 17 de junio de 2012

PAISAJES LÍQUIDOS MADRILEÑOS


Estuvimos en la Bodega de los Reyes de Madrid (C/ de los Reyes, 6), invitados por el Club de cata Madrid, para probar una selección bastante amplia de vinos madrileños, de sus tres subregiones, incluyendo vinos premiados recientemente en la XXV Cata Premios Viña de Madrid 2012. En ese concurso estuvo como jurado Luis Vida, enólogo, catador, gran divulgador y maestro, que nos dirigió en esta sesión recorriendo los "paisajes líquidos" (concepto que nos gusta mucho y que él acuñó), de la Comunidad de Madrid.

Luis Vida comenzó refiriéndose al concurso, la forma de catar, puntuar y premiar los vinos, y a continuación hizo una breve introducción a la Denominación de Origen Vinos de Madrid. De ella comenzó diciendo que se trata de una falsa DO puesto que no nace para salvaguardar una determinada variedad o para potenciar los vinos de un determinado suelo o clima. En realidad, por tierra y por clima, no debería haber una DO sino tres:

  • Arganda, como prolongación natural de La Mancha. Sus suelos son arcillosos y calizos y el clima, continental extremo. Esta zona se ha dedicado históricamente a producir vinos baratos para la ciudad de Madrid. Las variedades principales de Arganda son la tempranillo, para las tintas; y la malvar, para las blancas.
  • Navalcarnero, zona más alta y cercana a Gredos. Está compuesta por un terreno aluvial principalmente arenoso, con un clima más tibio que Arganda. También fue región de abastecimiento de graneles de Madrid. Se cultiva principalmente garnacha y malvar como uvas tintas y blancas respectivamente.
  • San Martín de Valdeiglesias actualmente es la zona más importante de la DO. Situada en las faldas de Gredos, sus suelos son pizarrosos, pero también de granito y gneiss; y en ellos se da la garnacha, que encuentra en el Valle del Tiétar un microclima mediterráneo muy favorable, y también la blanca albillo real. 
En la actualidad son 46 las bodegas acogidas a la DO: 27 en Arganda, 8 en Navalcarnero y 10 en San Martín de Valdeiglesias. Entre todas producen unas 73 marcas de vino que salen principalmente al mercado exterior, con Alemania, Norte de Europa y Estados Unidos como principales clientes.

Los vinos que probamos fueron los siguientes:

TAPÓN DE ORO BLANCO 2011
Primero de los tres vinos blancos de la noche, mezcla de malvar y moscatel de grano menudo. Procedente de la subregión de Navalcarnero, es de Bodegas Ricardo Benito, y ha ganado el premio Gran Viña de Madrid 2012, al mejor blanco del concurso.
Un vino de color más acerado que dorado, como corresponde a su juventud, que en nariz comenzó enseñándonos los aires florales de la moscatel, sus tonos amielados y su fruta fresca. Pronto la malvar hizo acto de aparición y acabó por imponerse con notas de "panchito" (o "kiko"). Mantuvo mucho tiempo sus aromas.
En boca se mostró interesante y bien elaborado, combinando un puntito de dulzor en la entrada (ligero), con un paso untuoso (13,5% de alcohol) y más seco, y un final fresco, de buena acidez.

GREGO MOSCATEL SECO 2010

En la subzona de Arganda está  Vinos Jeromín, S.L. Es una de las grandes productoras madrileñas, con muy buena implantación comercial en la región, y que elabora bastantes vinos. Este blanco de moscatel de grano menudo, de tono dorado pálido, nos ofreció notas olfativas curiosas una vez que se aireó (hubo que esperar a que los aires  pesados de las lías se despejaran): hierbas, flores de agua de colonia, hierbabuena y, con el tiempo, puntas cítricas. En boca mostró acidez destacada, algo en punta, que demanda tiempo de guarda en botella, cierta sequedad y una carga alcohólica (14,5%) que pasó desapercibida. Este vino ha ganado el Viña de Madrid de Oro 2012, segunda categoría del concurso que hemos citado.

CANTOCUERDAS 2010
En la subzona de San Martín de Valdeiglesias, mirando hacia la Sierra de Gredos está la bodega Bernabeleva, algunos de cuyos vinos ya hemos probado e introducido en el blog. Sin ir más lejos, hace unos meses probamos el 2009 de este Cantocuerdas.
 Este blanco de albillo real (que parece ser una variedad distinta a la albillo mayor, de Castilla y León) es de color dorado intenso. En nariz mostró notas amieladas, de membrillo, de níspero maduro, rasgos minerales y finalizó con recuerdos de marrón glacé. Fermentado en barrica, la madera se mostró bien integrada, con notas especiadas.
En boca se comportó mejor si cabe. Sedosidad, elegancia, persistencia, perfecto equilibrio entre acidez y alcohol (14,5%). Una muestra de lo que puede dar de sí esta variedad bien trabajada, y que nos lleva a recordar, de la misma bodega,  al Navaherreros, con albillo y macabeo; o al Picarana de Fernando García, de Bodega Marañones, otro puntal en este tipo de vino.
PUERTA DE ALCALÁ 2011

Pasamos a los tintos. Volvemos a Arganda y a Bodegas Jeromín, que elabora este joven con tempranillo y syrah. De capa altísima y color remolacha, en nariz apreciamos la intensidad del syrah mediterráneo español, con sus notas de ciruela pasa y recuerdos de tinta. En boca resultó frutoso, cálido, intenso. Un tinto sencillo, con cierto aire rústico, de vino del año,  que nos agradó (los afeites de la moderna enología llegan a resultar cansinos). Y además está el precio, unos 2 € la botella. Se puede disfrutar del vino sin excusas económicas.
ALMA DE VALDEGUERRA 2011
En Villaconejos, subzona de Arganda, Vinos y Aceites Laguna S.L. elabora este tempranillo, también de capa altísima. En nariz nos sorprendió su limpieza frutal, con mora y frambuesa en abundancia; sin embargo, en boca se  nos cayó del pedestal. Bastante astringente, es de los que no invitan a continuar bebiendo. Ha ganado también un Viña de Madrid de Oro.

NAVAHERREROS 2009

Ya conocíamos a este vino de Bernabeleva, concretamente el 2007, cuando empezábamos en el blog. Un garnacha que surge de la mezcla de uvas de varias fincas. En nariz notamos un poco su 15% de alcohol, aunque encontramos buenas notas especiadas, de fino tostado (el de sus botas de roble de 500 litros) junto a la fruta roja.
En boca mostró categoría, con excelente acidez y una tanicidad bien medida. Ya estamos, eso sí, en un vino que supera por poco los 10 €.

GARNACHA DE VIÑA BONITA 2009
Bernabeleva tiene también sus vinos de finca y aquí entramos en otro nivel. En precio, por encima de los 20 €, pero, sobre todo, en concepto. Aquí se busca un vino que exprese terruño, mineralidad a tope, ligereza, sutileza, elegancia y equilibrio. Y está conseguido todo eso. La capa es ligerita, la nariz deja siempre ese recuerdo mineral, de tierra húmeda, de piedra musgosa, con alguna nota de madera vieja y alguna puntita cítrica.
En boca se mostró con rectitud, equilibrado, elegante, en clave borgoñona. Uno de esos vinos para disfrutar en una charla tranquila durante horas, a traguitos.  Gran trabajo de Marc Isart, el enólogo.
TEJONERAS 2008

Cambiamos otra vez de registro para irnos a un vino de corte moderno internacional.  Syrah, cabernet sauvignon y merlot están en su base, bien combinadas con una madera amable. De capa alta, en nariz nos dio notas ahumadas, balsámicas, especiadas (pimienta, vainilla), junto a una fruta negra madura, concentrada, con recuerdos a breva, a membrillo.
En boca este vino de Navalcarnero, elaborado en Bodegas Nueva Valverde S.A., mostró elegancia, con todo en su sitio, sin aristas. Un vino con cuerpo pero agradable, con persistencia. Otro ejemplo de relación calidad-precio óptima (está alrededor de los 7€), bien hecho, para agradar a un público amplio y que no desentona entre los que son más exigentes. Ya nos gustó en su momento el 2006.  Ha sido uno de los ocho ganadores del Viña de Madrid de Plata, tercera categoría del certamen.

TAGONIUS ROBLE 2008


Bodegas Tagonius, perteneciente a la subzona de Arganda, estuvo presente en la cata con dos vinos. Este, dentro de una línea económica, se quedó, en el contexto de una cata tan variada, en una tierra de nadie. En nariz mostró aromas poco elegantes, bastante coco y pimiento bien asado. En boca apreciamos el punto de dulzor frutal y su corrección, dentro de la sencillez. Un vino de perfil comercial donde lo que prima es el precio.

FÉLIX MARTÍNEZ RESERVA CEPAS VIEJAS 2008

Bodegas Jeromín volvió a aparecer sobre la mesa con su producto estrella, el vino señero, el que lleva el nombre del patriarca (Grego y Manu son los hijos y dan nombre a otros vinos de la casa).
Aquí están las viñas veteranas de tempranillo (90%), con una capa azabache, y con mucha concentración frutal, a lo que se suman la tinta china, la pimienta negra, el regaliz y una madera de calidad. Los recuerdos a los Ribera del Duero son bastante claros.
En boca mostró también esa concentración. Todavía hay astringencia, aunque no hiriente, que augura gran potencial de guarda ya que hay muchísima fruta, que ha podido con la madera, gran acidez y sensaciones aterciopeladas más que interesantes. Habría que buscar alguna añada anterior. Ha ganado el Gran Viña de Madrid 2012 en su categoría de añadas de 2009-08.

MANU 2007
Éste es el vino de autor de Bodegas Jeromín. Manu, el enólogo que está detrás, ha buscado un vino que no deja indiferente. Compleja nariz: tinta, aceituna negra, mineralidad, madera elegante por lo discreta, y mucha fruta roja. En boca mostró poderío y concentración, pero con control. Otro vino para disfrutar mucho rato y que da prestigio a la casa (son menos de 7.000 botellas). Este crianza ha sido uno de los 8 ganadores del Viña de Madrid de Oro de este año.

TAGONIUS 2006
El hermano mayor del que comentamos anteriormente, y que ya probamos en su momento (fue el 2004). Ganador del Gran Viña de Madrid 2012 en la categoría de añadas anteriores a 2007, está elaborado mezclando tempranillo, cabernet sauvignon, syrah y merlot. También quedó algo eclipsado por los anteriores. Nos dejó notas de pimiento asado en nariz y una boca con entrada dulce, buen cuerpo, con acidez y alcohol equilibrados.

QUBÉL 2006
Terminamos con cierto riesgo, volviendo a una garnacha, en este caso elaborada en Arganda y procedente de una bodega que apuesta por lo ecológico. Pues bien, nos encontramos con un vino de capa ligera y con una nariz interesante, combinando recuerdos minerales y  fruta roja en sazón. En boca detectamos redondez, con una acidez excelente. Aguantó el tipo tras todos los vinos anteriores.

Tras la cata merece la pena hacer alguna valoración. Estamos ante una región vinícola bastante joven  que ha tenido que hacer frente a numerosos prejuicios y dificultades, como la identificación de Madrid con la capital y su espacio urbano, asociado a un gran desconocimiento del campo y la agricultura madrileños, o el peso de las grandes regiones vitivinícolas españolas, que tienen en el mercado madrileño buena parte de su negocio y tratan de acapararlo.
El caso es que esas dificultades parecen haber servido de acicate a un puñado de valientes productores que las han contrarrestado por la vía de la calidad y la osadía. El resultado: muchos y buenos vinos a un precio excelente.  La de hoy fue una muestra pequeña pero significativa de la variedad tanto geográfica como elaboradora de los vinos de esta región. No podemos sino recomendarlos porque aseguran ratos muy placenteros.

¡Salud!