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jueves, 26 de abril de 2012

FINO CB ALVEAR. Pedro Ximénez. Montilla-Moriles. España.

Un fino de Montilla, de los que no se encabezan, porque en esta tierra la uva Pedro Ximénez alcanza el grado alcohólico necesario para que las levaduras hagan su delicada labor;ese velo bajo el que se cría el fino.

De color dorado matizado en verde, que en nariz muestra con nitidez aromas a fruto seco tostado, mazapán, algo de coco, de madera vieja, de barniz.

En boca muestra virtudes,  destacando una gran acidez que compensa perfectamente el alcohol y un amargor final delicado. Un vino seco y muy untuoso que, como ocurre con estos vinos, tiene un final larguísimo. 
 
Su precio, inferior a 5 € (lo hemos visto por menos de 4 en un hipermercado), es otra de sus bazas. Y es que un generoso siempre enriquece una comida, aporta diversidad y distinción.
¡Salud!

martes, 24 de abril de 2012

PAGOS DEL MONCAYO 2010.Garnacha (65%) y Syrah. Campo de Borja. España.

Volvemos a disfrutar del maravilloso microcosmos que es el viñedo español acercándonos al Campo de Borja, en el seco y duro Aragón. De ahí nos llega este tinto joven nacido en la bodega Pagos del Moncayo.

De intenso color picota, en nariz, presenta aromas agradables, entre los que encontramos matorral de monte (hierbas aromáticas queda más fino), notas minerales y un fondo de fruta roja elegante (no empalagoso) que se impone con elegancia.
 
En boca es muy agradable, con un excelente equilibrio entre acidez y dulzor. Un vino con cuerpo, que da sensación de volumen (ahí está el alcohol, con su glicerina), pero que cuenta con una acidez que aporta y largueza. 
Deja un estupendo recuerdo frutal.
Un vino muy bien hecho, a un precio que permite corroborar aquello de que España no tiene rival en cuanto a la relación precio-calidad de sus vinos. Nos costó 5,66 € en la bodega Santa Cecilia, de Madrid.
¡Salud!

lunes, 23 de abril de 2012

MONTENEGRO SUÑER-BIBILONI 2010. Manto Negro. Binissalem-Mallorca. España.

Continuamos con nuestro afán de presentar en este blog vinos elaborados a partir de variedades locales muy minoritarias. Ahora le toca el turno a la Manto Negro (también la hemos visto escrita "mantonegro"), que se da en Baleares, en Mallorca concretamente, donde la D. O. Binissalem-Mallorca -que se sitúa en el centro de la isla- exige que sus tintos contengan un mínimo de un 50% de esta uva. Y,  curiosidades de las reglamentaciones; como este vino no tiene ese porcentaje no puede llamarse mantonegro, como era intención de la bodega, de ahí el cambio. 
En Vinoencasa ya habíamos probado un vino rosado elaborado con la técnica de la maceración carbónica a partir de esta variedad: el Macía Batlle 2010

Este Montenegro se hace a partir de un coupage de Manto Negro, Merlot, Cabernet Sauvignon y Callet. Bonita mezcla de variedades autóctonas e internacionales, por cierto. Tiene una mínima crianza de 4 meses en barricas de roble americano, por lo que casi se podría considerar un vino joven, para consumir en no mucho más de dos años.
Viene muy ligero de color, un poco más subido que un rosado. Es de capa baja, por tanto, con un bonito tono rubí. Tampoco es muy intenso en aromas. Recién servido en la copa se aprecian, sobre un fondo discreto de fruta roja (fresa), notas florales (flores azules: lila, violeta), especias (pimienta) y algo de ahumado. No gana intensidad con el tiempo. Según agitamos y esperamos, aparecen también olores de hierbas de monte, pero comprobamos que se va apagando olfativamente.

Al probarlo mejora bastante. En boca entra goloso, con mucha fruta fresca y muy buena acidez. Con unos taninos muy pulidos que apenas se notan -diríamos que estamos probando un rosado- tiene un paso  ligero que lo hace muy fácil de beber. Es un vino amable y placentero, para no complicarse la vida. Recomendamos beberlo un pelín fresco, a unos 15º: destaca más la acidez, que es uno de sus puntos fuertes. Nos costó algo menos de 10€ en Lavinia, de Madrid.
¡Salud!

domingo, 22 de abril de 2012

EL MÉDICO 2010. Prieto picudo. Tierra de León. España.

De la variedad prieto picudo, cultivada sobre todo en León y Zamora, apenas hemos incluido en Vinoencasa diez vinos, casi la mitad de ellos rosados. Bueno, pues aquí traemos otro ejemplo de lo que se puede hacer con esta uva. 

Este El Médico 2010 lo elabora la bodega Leyenda del Páramo en Valdemimbre, pueblo que se encuentra a 25 km. al sur de la capital leonesa. De esta misma bodega ya habíamos probado el rosado Mittel 2009, hecho también con esta misma uva. En la contraetiqueta se nos informa de que tiene una crianza de 9 meses en roble y de que procede de viñas de más de 60 años.
A la vista aparece con una capa media-alta, ribete morado y una lágrima densa que tinta las paredes de la copa. En nariz, nada más servirlo, hay notas de humo (hollín), cedro (lápiz) y fruta roja (fresón). La fruta se muestra discreta y en un segundo plano. Tras agitar, siguen predominando los aromas de la crianza, ahora con matices especiados (vainilla, canela) y tostados (cacao y café). Es bueno dejar que este vino se abra, necesita tiempo para oxigenarse. Entonces, aparecen también aromas balsámicos (after-eight) y de hierbas de monte.
En boca entra muy fresco, con taninos muy suaves que, al poco de tragar el vino, dejan algo de astringencia en las encías. El paso es acaricidador, de terciopelo. Es lo que más nos ha gustado y está muy conseguido. El recorrido, sin embargo, es algo corto, pues, al final sobre todo queda el recuerdo de su frescura, la acidez que sigue provocando salivación, y del retrogusto de la crianza en roble. 
Es probable que a este vino aún le falten meses en botella para terminar de integrar la barrica con esa fruta que queda un poco escondida debajo de un bonito traje de madera. Nos costó unos 10€ en la Bodega Santa Cecilia, de Madrid.
¡Salud!

sábado, 21 de abril de 2012

FOSSA MALA


Concluimos nuestro primer viaje vinícola a Italia en Friuli, en la bodega Fossa Mala. Esta región produce el 2% del vino de este país, y el tamaño medio de las explotaciones es de 15-20 hectáreas, predominando el control familiar sobre ellas. Fossa Mala es mayor, cuenta con 30 has. Por cierto, el nombre hace referencia al lugar donde los bandidos esperaban apostados (en una zona hundida, una fosa) a los carruajes que salían desde la cercana localidad de Pordenone.  
Estamos en una región buena para el vino, con importantes contrastes térmicos entre día y noche, y entre invierno y verano. Los Dolomitas no quedan lejos. Cuenta también con buena cantidad de agua al cabo del año.
Es una región pequeña pero diversa, en la que se pueden encontrar varias subregiones, como Collio y Collio Oriental, a las que hay que sumar una tipología de vino común a todas, el Prosecco. Es una tierra de vinos blancos, que se elaboran para consumir en el año. Este mercado es estacional y se suele activar en primavera y verano, lo que supone un gran condicionante comercial.
Massimo Vidoni

Estuvimos con Massimo Vidoni, quien tras varios años de carrera en otra bodega friulana, nos recibe al frente de Fossa Mala. Se trata de un proyecto iniciado por un empresario local, amante de la buena mesa, dedicado al mundo de los congelados (Bofrost es su empresa). Hace unos años quiso invertir en un complejo de agroturismo, donde se integra la bodega. En 2003 se plantó el viñedo y en 2007 se inauguró la bodega, con la primera cosecha. Tiene capacidad para cerca de un millón de botellas, aunque se elaboran 80.000.
Terreno de gravas y arcilla
Comenzamos viendo el viñedo, que está muy cerca del complejo. Lo primero que nos enseñó Massimo fue el terreno de gravas, de cantos rodados,  mezcladas con arcilla, que resulta muy bueno para los vinos, y que es parecido al que hay en Collio, la subzona con vinos de mayor estructura. Las plantas están todas en espaldera, lo común en Friuli. Son viñas jóvenes, que producen entre 1,5 y 2,5 kilos de uva por cepa. 
Charlando sobre la cantidad de trabajo que implica una explotación así, salió a relucir el tema de la mecanización. En Fossa Mala se usa mucha máquina, básicamente por dos razones.  En primer lugar, porque el vino friulano está poco valorado, por lo que tiene un factor limitativo fundamental, son vinos de 5 euros la botella. En segundo lugar está el precio de la mano de obra. Parece ser que el empresariado italiano no es proclive a invertir en ese apartado. De este modo, la bodega cuenta con Massimo y otra persona para llevar todo el trabajo, y en época de vendimia son cuatro en total, de ahí la necesidad de maquinaria.
                                                                            La bodega es sencilla y práctica. Está toda climatizada, se usan depósitos de acero, pequeños para los vinos de mayor calidad, y barricas de roble francés, de 250 y 500 litros, aunque no es la única madera utilizada; también se usa la acacia y se está haciendo el vino Sclins en barrica de cerezo. Por cierto, las barricas de roble francés son del  tonelero riojano Antonio Magreñán.
Todos los vinos son monovarietales y su mercado principal es el nacional, aunque se exporta el 40% de la producción. En relación con este tema, comentamos con Massimo la bajada del consumo que se registra en España y también en Italia. Hay mucho miedo a la retirada del permiso de conducir, a las elevadas multas y a la inmovilización del coche. No obstante, parece ser que también ocurre allí lo que pasa en España, que se bebe cada vez más cerveza y destilados, con protagonismo del sector joven.
Máquina de filtrado
Terminamos el recorrido por la bodega viendo algo de tecnología aplicada al vino. Así, pudimos conocer una máquina de filtrado. Como hay que sacar al mercado el vino del año, Massimo no puede correr riesgos y el vino ha de ir bien filtrado para que no queden bacterias ni levaduras que pudieran realizar una segunda fermentación. Se usan levaduras seleccionadas en función del objetivo a conseguir: aromas, textura, etc. En las botellas se extrae el aire y se inyecta nitrógeno para evitar la oxidación.
La visita concluyó con una cata de los vinos de Massimo.

FRIULANO 2010
Se trata del vino de cada día, el que beben los locales de forma cotidiana. Se elabora en acero (60%), acacia (20%)  y roble francés durante siete meses, tras los cuales es embotellado.
Es un vino con notas herbáceas, frescas, pero también mineral, ya que se trata de una tierra “pesada”, con muchos elementos (potasio, manganeso…). En boca también resulta fresco, con gran acidez y con un paso ligero.
Nos comenta Massimo que está poniendo las  bases de su proyecto, que le queda mucho trabajo y que lo primero es estudiar y aprender  a entender la uva.


PINOT GRIGIO 2009
Se trata de una variedad alsaciana bien adaptada al clima regional. Llegó hace unos cien años junto a otras variedades extranjeras, como la cabernet franc o la Merlot.
Es el vino más exportado junto al Chardonnay. De hecho, es el que nosotros conocíamos en España.
Massimo espera elaborarlo con un poco más de color, dejando una mínima parte del mosto en contacto con los hollejos. En nariz también muestra frescor y mineralidad. Se elabora en acero y roble francés (30%) que le aporta notas de pan tostado que salen en la copa con el tiempo. En boca combina acidez con un toque seco y un tacto untuoso bien conseguido. Deja muy buen recuerdo.


SAUVIGNON BLANC 2010
La fruta tropical nos recibe con alegría. También encontramos notas vegetales (hoja de tomate), flores blancas e hidrocarburos. Esto nos lleva de nuevo a hablar de tecnología con Massimo. Nos cuenta que el clon R3 da ese toque de hidrocarburo. El vino es una mezcla de clones, que se elaboran por separado y luego se ensamblan. En boca mantiene la línea general de frescor y untuosidad. Preguntamos por el uso de las lías, que aportan esa grasa, que ayudan a dar esa estructura tan sólida en un vino sencillo y fresco. Pues bien, desde septiembre a enero se realiza un batonage dos veces por semana, lo que no está mal, tratándose de solo dos personas en la bodega. 

TRAMINER AROMÁTICO 2007 y 2010
Una casualidad, mezclada con el error humano, nos permitió probar la primera añada de este vino, que ni el propio Massimo tiene en su casa. Para él fue emocionante volver al origen; suponemos que por su mente debieron acumularse numerosos sentimientos a gran velocidad mientras probaba con nosotros el 2007.

La traminer es el nombre que recibe en Alto Adige (norte montañoso italiano, fronterizo con países germánicos) la gewurztraminer. Y en este 2007 nos encontramos con notas de miel, rosa, naranja, hidrocarburo; esa complejidad asociada, por ejemplo, a los riesling.  Es un vino elaborado cuando Massimo todavía tenía dudas; así no hizo la fermentación en frío con contacto entre hollejo y mosto, como hace hoy, porque no conocía bien el comportamiento de la uva, reconoce con sinceridad.   En boca mantiene muy buena acidez.
En comparación, el vino de 2010 nos pareció menos interesante, al ser más lineal y claro en su propuesta. Buena nariz y mucha corrección, pero estábamos todavía impactados por la sorpresa del anterior, un vino que era una incógnita para su creador.


MERLOT 2010
No parece que el clima friulano sea el idóneo para esta uva, y es que no estamos en tierra de tintos. Encontramos fruta roja, pero también aromas vegetales. Resulta tánico y muy ácido, con notas de tallo verde, algo que se explica por los problemas de maduración de la uva. Massimo planea añadirle uva pasificada para intentar compensar esa sensación ácida.


REFOSCO DAL PEDUNCOLO ROSSO 2010  Un vino propio de la región friulana; frutal (fresa, frambuesa), a lo que se van añadiendo notas balsámicas y puntas vegetales, propias de una incompleta maduración polifenólica (los polifenoles son sustancias muy abundantes en todos los vegetales y muy variadas. En general, son responsables del sabor amargo).En boca se nota la madera tostada de fondo, resultando más amable que el anterior.
Dos curiosidades de este vino: el raspón del refosco se torna rojo, no mantiene su verdor inicial; y la segunda es que nada más abrirlo huele a víscera, a hígado, aunque a los pocos segundos ya aparecen las notas de fruta roja y el regaliz.

CABERNET SAUVIGNON 2010
Como en el caso del merlot, es el vino creado pensando en el mercado internacional. Resulta bastante amable y destacan en nariz las notas de pimienta.  


SCLINS 2008
Fruto de la uva traminer con vendimia tardía y pasificación de un mes. Crianza en acero y madera (mitad y mitad). Vino interesante, con nariz compleja; aparecen notas muy claras de pastelería (brioche, roscón de Reyes), higo seco, naranja y castaña asada.
En boca, pese a tratarse de un dulce, muestra una acidez excelente.

Vinoencasa en plena faena
Un gran final para la visita a una bodega joven que pese a tener condicionantes difíciles, como competir en un nicho de mercado reducido y de precios bajos, muestra calidad y buen hacer, el de Massimo Vidoni.
¡Salud!

viernes, 20 de abril de 2012

MARCO MOSCONI


Castillo de Soave, atractivo turístico de la zona.
Marco Mosconi
Nuestro paso por Soave-Valpolicella, culminó visitando a Marco Mosconi. Un joven bodeguero que elabora 20.000 botellas de Soave, 2.000 de Amarone y otras 2.000 de Recioto. Cuenta con 12 hectáreas de viñedo propio, en una hacienda familiar. Marco es autodidacta, no ha estudiado enología, aunque no le han faltado influencias familiares. Su abuelo ya hacía vino y tiene tíos que son enólogos, además de otros contactos que a Marco le han servido para formarse. Elabora vinos desde el 2006.
Sistema de pérgola
Con estas credenciales no nos sorprendió oírle decir que, para él, la experiencia es importante. Hay que empezar por entender al propio viñedo. Así, defiende el sistema de pérgola, frente a la espaldera al modo francés o de Barolo (interesante contraste con la cercana bodega Roccolo Grassi, que habíamos visitado un día antes, y que tiene la idea contraria). 
Con buena dosis de lógica piensa que si los grandes vinos de la región, como el amarone, se han venido gestando en pérgola,  no va a ser él quien se ponga en contra de este sistema 
Al hablar de los blancos de Soave nos comentó que quiere un vino fresco, bebible, simple, no alterado en la bodega por la química. Es consciente de dónde está, de lo que dan de sí estos vinos, que se suelen consumir en el mismo año, aunque, nos dice, si la añada es buena, son vinos que pueden durar cinco o seis.
Cajas en las que se pasifica
Usa barricas de roble francés y fudres de madera de Eslovenia. Sus valpolicellas se crían en grandes botas de 500 litros, porque al ser vinos menos estructurados necesitan menor oxigenación; mientras que su amarone se cría en barricas francesas, nuevas, si la añada es buena.

Tras estas pinceladas, pasamos a probar varios vinos, con él, y con su amigo Marco Gazza, que hizo aún más interesante la visita al ser un entendido de vinos, con el que pudimos charlar de vinos italianos y españoles, entre otras cosas. 
Es una pena, aunque es absolutamente comprensible dadas las enormes cantidades que se producen en ambos países,  el poco conocimiento que italianos, franceses y españoles tenemos de los vinos de los otros, porque la diversidad es enorme, y es un hecho distintivo que singulariza a estos países a escala mundial.
   
MARCO MOSCONI SOAVE 2011
Elaborado con garganega, es el caballo de batalla de la bodega.  Acababa de ser embotellado (cuatro días antes) por lo que no estaba en plenitud, aunque pudimos advertir su frescura.

AMARONE 2008
Este vino, elaborado a partir de una pasificación inicial de tres meses, como mínimo (aunque no toda la uva tiene necesariamente que ser pasificada), muestra complejidad. Se aprecia la madera y las especias se suman a la fruta pasificada. En boca resultó sorprendente, algo seco, como corresponde, con taninos poderosos pero ya domesticados y con una frescura sorprendente, máxime cuando vimos en la etiqueta que el vino tenía ¡¡16,5% de alcohol!! Este detalle nos impactó; un vino con destacada acidez y con una graduación con la que podría entrar en el terreno de los generosos.

  
RECIOTO 2009
Elaborado también con garganega, Marco solo elabora 1.000 botellas de 375 ml. Nace a partir de la acción del hongo botrytis (la podredumbre noble),  que deja notas de confitura de naranja, de albaricoque seco, amieladas. En boca nos sorprendemos de nuevo; un vino con muchísima azúcar en el que notamos sequedad y gran acidez. Delicioso. Gran final.

Desde luego, Marco Mosconi es un tipo a seguir. Le deseamos suerte.
¡Salud!

jueves, 19 de abril de 2012

AMARONE TENUTA SANTA MARIA ALLA PIEVE 2004. Valpolicella. Italia.


 

El descubrimiento del Amarone en Roccolo Grassi, se completó ese mismo día, en el restaurante Bacco d`Oro, de Mezzane di Sotto. Magnífico restaurante, por cierto. Se trata de una antigua hacienda agrícola restaurada con mucho esmero donde no solo se pueden comer unos tortelinis rellenos de cordero con pasta hecha a mano en el momento, que te hacen exclamar que uno nunca más va a volver a pedir pasta en Madrid, sino que cuenta con una bellísima bodega subterránea a donde se puede descender libremente para visitarla y ver botellas de Barolo de 1955 o para tomar una copa. 
Mario, su propietario y sumiller, nos trató muy bien, y nos ofreció probar este vino de la bodega Tenuta Santa Maria alla Pieve, de la localidad de Colognala al Colli.
Mario, el corazón de Bacco d`Oro

Un vino con mucha fruta roja, frambuesa, pero también con la complejidad de un gran vino, con notas terrosas, especiadas, algo de cuero; aunque siempre detrás de la fruta.
En boca hace gala de exquisitos modales, equilibrio, suavidad de taninos aterciopelados; los 15% de alcohol no se notan. Un vino con carácter, de los que se dirigen hacia el centro de la lengua, para llenar el paladar. Con el tiempo, los aromas tostados de la barrica se notan más. No dejamos de acordarnos de los buenos prioratos.

Los amarones no son baratos y este, gracias a la gentileza de Mario, nos salió por 50 € en su restaurante.
¡Salud!