Hace ya algo más de un año que conocimos los vinos de Arianna Occhipinti, al tiempo que descubríamos los estupendos vinos sicilianos.
En Milán nos hemos vuelto a encontrar con uno de sus vinos.
Este SP 68 es de color dorado con reflejos
verdosos. No es completamente transparente ya que presenta una
ligera turbidez. La etiqueta no da ninguna información al respecto
pero creemos que se trata de un vino sin filtrar (cuando acabamos la
botella, había en el fondo algunos depósitos de lías).
La nariz es
muy compleja. No es fácil identificar sus aromas pues se salen del
terreno común de muchos vinos blancos. Exige algo de concentración.
Lo primero que detectamos es el aroma floral (rosa, jazmín) que
conocemos de la uva moscatel. Pero también hay mineralidad
(fósforo, piedra), y mucha fruta (apreciamos un punto cítrico y aromas de manzana). Un fondo herbáceo (hoja verde, césped, geranio) acompaña
a todo lo anterior.
En boca tiene una estupenda
acidez que lo hace muy fresco. Es seco por cuanto no tiene el dulzor de un vino blanco al uso, y además se aprecia su
mineralidad, que se detecta por un ligero gusto salado que queda en
el centro de la lengua. En el final deja un poco de amargor.
Nos ha gustado bastante este
Occhipinti. Se trata de un vino distinto, para gente sin prejuicios y
con curiosidad por descubrir cosas nuevas.
Nos costó 18 € en el
restaurante Al Coniglio Bianco de Milán. El aspecto del local y el
hecho de apreciar que tenía unas copas decentes para degustar un
vino (cosa por otro lado no muy frecuente en muchos restaurantes)
hizo que entráramos a cenar a esta Osteria regentada por un
Siciliano que conoce personalmente a Arianna. Gian Piero es un
apasionado del vino y la comida, y esto lo sabe
transmitir a sus clientes. Gracias a él pudimos probar un verdadero
Lambrusco de calidad, y no esos brebajes que se venden en muchos restaurantes italianos de España. Segurante es el vino más famoso de
Italia, pero entre los buenos aficionados al vino guarda una mala
fama muy merecida. Gian Piero lo sabe y lo reconoce, por eso para él
es muy difícil vender su Lambrusco (de la bodega Chiarli e
Figli) porque por su color más subido y por su
sequedad, resulta muy distinto y defrauda a quien se cree que se va a
encontrar con ese sucedáneo de tinto de verano que es el que todos
conocemos.
También pudimos conocer, gracias a nuestro anfitrión, un interesante vino tinto, el Cúmaro 2007. Se trata de un monovarietal de uva montepulciano, elaborado por la bodega Umani Ronchi, perteneciente a la DOCG Conero Riserva. Como ya estábamos comiendo preferimos dejar su cata para mejor ocasión.
También pudimos conocer, gracias a nuestro anfitrión, un interesante vino tinto, el Cúmaro 2007. Se trata de un monovarietal de uva montepulciano, elaborado por la bodega Umani Ronchi, perteneciente a la DOCG Conero Riserva. Como ya estábamos comiendo preferimos dejar su cata para mejor ocasión.
¡Salud!
No hay comentarios:
Publicar un comentario