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lunes, 24 de junio de 2013

ACINIPO 2004. Lemberger. España.

Hace unas semanas estuvimos en las cercanías de Ronda, provincia de Málaga, con Friedrich Schatz. Poco después probamos uno de sus vinos, el rosado, que nos gustó mucho. Hoy toca un tinto de otra variedad rara para España, como es la lemberger. 
Este vino, que lleva el nombre de la antigua ciudad romana cercana a Finca Sanguijuela, la propiedad en la que Federico vive y trabaja, es de color cereza y tiene una capa baja.

En nariz, tras el descorche (excelente tapón, por cierto), se asoman, en primer lugar, los aromas procedentes de la crianza (9 meses en roble francés y esloveno), a la que hay que sumar sus 7 años en botella, suficientes para que el vino tenga ya un buqué, una complejidad aromática, interesante.  Encontramos notas de cedro, especias, y un ligero tostado para empezar. Luego viene la fruta, más negra que roja, reflejo quizá de una añada cálida. También hay notas anisadas y terrosas, minerales.
En boca sorprende su acidez; resulta un vino muy fresco. Quien asocie Málaga con vinos mediterráneos, cálidos y poderosos, con abundante dulzor, van desencaminados con este Acinipo. De cuerpo ligero, se bebe con facilidad. Los taninos están pero no molestan. El recuerdo que deja es muy persistente y agradable.
Un vino distinto, apenas 7.000 botellas, que cuesta unos 20 €.
¡Salud!

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